Antes de comprar cuencos tibetanos debes saber que son instrumentos que producen diferentes sonidos y tonos, según su tamaño y material. Se tocan golpeándolos o haciendo girar su perímetro con un mazo de madera.
Hay varios tipos: los cuencos tibetanos del Himalaya (también llamados «cuencos tibetanos» o «cuencos de metal»), hechos de metal, y los cuencos de cristal, hechos de arena de sílice.
Señala que, aunque la historia exacta de los cuencos tibetanos no está clara, lo cierto es que existen desde hace miles de años. Hoy se encuentran en centros espirituales, estudios de yoga, baños de sonido y otros lugares.
Cómo funcionan los cuencos tibetanos.
Según la maestra de reiki y sanadora por sonido Susy Schieffelin, estos cuencos son populares en la sanación por sonido porque sus vibraciones únicas «tienen la capacidad de cambiar la energía, eliminar bloqueos y restaurar la mente, el cuerpo y el espíritu a un estado equilibrado», explica, añadiendo que otros instrumentos (e incluso el canto y los cánticos) también se utilizan en la sanación por sonido «para crear frecuencias curativas que pueden tener un efecto relajante y restaurador».
Como añade Auster, los bellos sonidos creados por los cuencos sonoros son a la vez meditativos y relajantes y pueden provocar una respuesta parasimpática en el cuerpo. «Las ondas que se producen al golpear o cantar los cuencos producen armónicos que pueden llevarnos a diferentes estados de ondas cerebrales», añade.
Aunque la investigación sobre los cuencos tibetanos es limitada, existen pruebas científicas de que ciertos tonos y frecuencias tienen la capacidad de calmar el cuerpo y la mente.
5 beneficios de usar un cuenco tibetano:
1. Son relajantes.
En primer lugar, los cuencos tibetanos (y los baños de sonido en general) se utilizan sobre todo para guiar el cuerpo y la mente hacia un estado de relajación.
Como explica Auster, los baños de sonido pueden ofrecer una «experiencia auditiva de inmersión profunda y de cuerpo entero que puede aportar equilibrio, relajación y una sensación de calma a todo tu ser». Y como añade Schieffelin, se pueden sentir los efectos relajantes incluso con una breve sesión de baño de sonido con este instrumento especial.
2. Estimulan ondas cerebrales tranquilas.
Según Auster y Schieffelin, existe la teoría de que los cuencos tibetanos estimulan las ondas cerebrales alfa y theta1. «Estas ondas se asocian con estados profundos, meditativos y pacíficos que son muy propicios para la curación», señala Auster, quien añade que sus sonidos también pueden ralentizar el ritmo cardíaco y respiratorio, lo que crea un efecto terapéutico y restaurador.
3. Pueden ayudar a reducir el dolor.
Auster señala que en un pequeño estudio de 2016 realizado por la psicóloga de investigación de salud integrativa Tamara Goldsby, Ph.D., los participantes que asistieron a meditaciones con cuencos cantores y baños de sonido informaron una reducción del dolor1 después de estas ceremonias. Sin embargo, se necesita más investigación.
4. Pueden ayudar a mejorar la salud mental.
En esa misma investigación de 2016, Goldsby y su equipo también observaron que cantar cuencos reducía la sensación de tensión y ansiedad en los 62 hombres y mujeres que participaron.
5. Pueden potenciar el bienestar general.
Por último, Schieffelin señala que los cuencos cantores pueden ofrecer una renovada sensación de bienestar, felicidad y calma, y promover una sensación de facilidad y paz interior.