El futuro de las carreteras con badenes líquidos

El simple badén speed bumps, o medida de «pacificación del tráfico» en la jerga de los urbanistas, ha estado presente en las carreteras del Reino Unido desde hace casi 50 años. Aunque su intención como método de bajo coste para evitar el exceso de velocidad puede haber sido virtuosa, su aplicación genérica de efecto ha causado problemas.

Todos los conductores que se cruzan con uno tienen que reducir considerablemente la velocidad o arriesgarse a dañar su coche. Así que, en lugar de ser un método para reducir la velocidad de los conductores, son un castigo para todos los conductores, independientemente de su intención de acelerar o no.

Eectos de los badenes

Los efectos de los badenes han sido examinados en múltiples estudios que concluyen que malgastan dinero, contaminan, dañan los vehículos y perjudican a las personas. La lista de aspectos negativos no es baladí:

  • Daños a los vehículos
  • Obstaculización de los vehículos de emergencia
  • Aumento del ruido
  • Mayores niveles de contaminación
  • Puede causar daños en la columna vertebral de los ocupantes
  • Señalización e iluminación adicionales costosas e intrusivas
  • Aumento del tráfico en las carreteras circundantes por evasión.

    Posteriormente se han desarrollado algunos tipos diferentes de badén, ya sea como intento de mejorar el diseño original o de modificarlo para un uso ligeramente distinto.

El badén propiamente dicho es la versión más antigua y severa. Suelen tener un ancho de 30 cm y una altura de 10 a 15 cm, se extienden por todo el ancho de la calzada y se elevan bruscamente, obligando a los conductores a reducir considerablemente la velocidad para cruzarlos. Viajar a velocidades superiores a las mínimas puede dañar la suspensión, pero ahora son relativamente poco comunes y se encuentran sobre todo en aparcamientos y terrenos privados.

La evolución del «Bump» fue el «Hump», que combinaba una construcción más ancha con una inclinación menos severa para producir una curva más suave. Han sustituido a los badenes para convertirse en el tipo estándar que se encuentra habitualmente en las carreteras, ya que siguen cumpliendo la función principal de ralentizar el tráfico, pero con menos consecuencias potencialmente perjudiciales.

Badenes y jorobas

Una evolución posterior fue el badén, que se diseñó para permitir que los vehículos más grandes (concretamente los vehículos de los servicios de emergencia) pudieran cruzarlos casi sin obstáculos. Suelen situarse en el centro de cada carril y, a veces, se añaden cojines entre carriles para cubrir carreteras más anchas. Los espacios entre ellos y sus bordes afilados permiten que los vehículos más grandes los crucen sin problemas, y los coches más pequeños también pueden reducir su severidad si se alinean correctamente y viajan a una velocidad moderada.

Cojín de velocidad

Un pariente más grande de los otros es la Mesa de Velocidad, que también puede incluir un paso conocido descriptivamente como Paso de Peatones Elevado. Estos diseños extienden considerablemente la parte superior de la joroba, dejando espacio suficiente para que el paso de peatones se asiente potencialmente sobre ella, al tiempo que obliga a los conductores a reducir la velocidad tanto al entrar como al salir. Su tamaño varía considerablemente y a menudo pueden abarcar cruces enteros.

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